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La protección de los recursos hídricos y la tutela de la salud han impulsado a Caprari y Calpeda a lanzar una nueva iniciativa importante relativa a un tema de gran actualidad, los PFAS, considerados, a nivel mundial, contaminantes emergentes del ecosistema con un impacto notable sobre el medio ambiente.

Los PFAS, sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas conocidas también como “forever chemicals”, son un grupo de más de 10.000 compuestos, ampliamente utilizados en una vasta gama de productos industriales y de consumo porque mejoran las características físicas y químicas. Su peculiaridad es no descomponerse y acumularse en el medio ambiente debido al fuerte enlace entre los átomos de carbono y de flúor. De este modo, los PFAS han entrado en contacto con diferentes cadenas alimentarias terrestres y acuáticas, con efectos potencialmente negativos para la salud humana.

Regulación PFAS: ¿dónde nos encontramos?

La regulación de estos materiales químicos resistentes es muy compleja.
Por un lado, la Comisión de Estocolmo introdujo ya en 2004 restricciones precisas para PFOS y PFOA; pero por otro lado, para los demás componentes de esta familia se puede hablar de un interés creciente inherente a un trabajo progresivo de análisis y clasificación, seguido de evaluaciones sobre el peligro y la necesidad de programar regulaciones.
Entre finales de 2020 y principios de 2021, Alemania, Holanda, Dinamarca, Noruega y Suecia presentaron una propuesta de integración del reglamento Reach 1907/2006 para incluir también una restricción relativa a los PFAS. La propuesta inicial es una prohibición absoluta de fabricación, uso y comercialización de PFAS y de mezclas o artículos que contienen PFAS. Una restricción con un impacto elevado debido al amplio uso de estos compuestos, demostrado por más de 5.600 comentarios y documentos de posición enviados a los comités técnico-científicos después de la publicación del dosier de abril de 2023. Se han recibido observaciones también de los productores de bombas, a través de la asociación de categoría Assopompe. En general, es probable que no se retroceda sino que se apunte a exenciones que puedan permitir a los diversos sectores contar con tiempo para adecuarse.

El compromiso de Caprari y Calpeda por la tutela del medio ambiente y la salud

Estamos convencidos de que la adhesión a los principios de sostenibilidad no se agota en el pleno respeto de las normativas vigentes, sino que debe extenderse a un apoyo concreto al desarrollo de una innovación responsable.
Siempre hemos invertido en la investigación para realizar productos de alta calidad, sostenibles e idóneos para la tutela de la salud humana.
Con relación a las sustancias químicas, Caprari y Calpeda cumplen con el reglamento REACH “Registro, Evaluación, Autorización y Restricción de sustancias y mezclas químicas” y con la directiva RoHS “Restriction of Hazardous Substances”, que especifica las cantidades y concentraciones de las sustancias identificadas como peligrosas en aparatos eléctricos y electrónicos (AEE).
Para completar el panorama ahora también se introduce el proyecto PFAS free, que anticipa las normativas más estrictas en la materia y aquellas que podrán ser las exigencias del mercado.

PFAS: el escenario entre datos y perspectivas

Estos microcontaminantes emergentes han sido el centro del último panel de discusión dedicado al tema “Agua y Salud”, en la 6ª edición de la Comunidad Valor Agua de la que forman parte Caprari y Calpeda, como Wateralia.
El escenario que ha resultado de la reelaboración de The European House-Ambrosetti, sobre datos recogidos por la Agencia Europea de Medio Ambiente, ha evidenciado claramente el alcance del problema y la importancia de una participación activa del ciclo integral del agua.
En Europa son más de 17 mil los sitios contaminados por PFAS, donde la concentración de estas sustancias en las aguas subterráneas y superficiales, en el suelo o en los organismos vivientes es superior a 10 ng/l. Además, 2.100 de estos sitios son definidos hotspots, es decir presentan una concentración mayor de 100 ng/l. El problema afecta ampliamente a Italia que presenta más de 1.600 sitios contaminados.
Además de los números existe otro aspecto muy importante que cabe recordar. Actualmente las técnicas disponibles permiten capturar solo los PFAS pero no destruirlos, generando de este modo flujos de residuos difíciles de tratar o eliminar. Como consecuencia, la solución más estratégica y sostenible es controlar la presencia de los PFAS línea arriba, antes del acceso a las plantas de depuración.

Actuar juntos para promover la seguridad

A tal fin Caprari y Calpeda están trabajando con su equipo de normalización y certificación para gestionar el tema de manera estructurada. Se ha llevado a cabo un estudio interno que ha permitido asegurar que en ninguna de las fases de elaboración efectuadas en la empresa se utiliza PFAS. Además de certificar/declarar la no liberación de PFAS en el medio ambiente con el propio proceso productivo, se ha incluido también la cadena de suministro de forma integral.
Todos los proveedores, a quienes compramos componentes de plástico y de metal, han sido invitados a compartir un dosier detallado que evidencie la posible presencia de PFAS en los productos y procesos de trabajo, indicando también la subcategoría específica de los compuestos. Es de suma importancia poder evaluar el nivel de atención de los proveedores hacia este problema, así como las acciones que están implementando. Por ejemplo, les hemos preguntado sobre su relación con los propios proveedores, para poder contribuir a aumentar la concienciación del sector a nivel internacional y estimular, si es posible, la búsqueda de nuevas soluciones. Todo ello con la certeza de que la colaboración para los objetivos, como declara el objetivo 17 de la Agenda ONU, es imprescindible cuando se habla de sostenibilidad.
Mientras tanto van llegando respuestas muy positivas. Entre las más significativas se encuentra la de uno de los principales proveedores de juntas mecánicas, quien ha encontrado la forma de sustituir los productos que contienen PFAS por otros que igualan las prestaciones a la vez que respetan el medio ambiente. Y esto es solo el ejemplo de una sinergia válida hacia la producción de electrobombas completamente PFAS free.