- Las bombas para piscinas requieren un uso continuo para la recirculación del agua.
- Por lo tanto, la eficiencia energética es un requisito muy importante.
- Gracias a las bombas «inteligentes» que permiten la regulación de la velocidad y el caudal, es posible optimizar el consumo energético y hacer que nuestra piscina sea cada vez más verde.
Cuando dicen piscina, inmediatamente piensas en momentos de relajación y diversión… pero la piscina también significa soluciones tecnológicas sin las cuales no sería posible tener agua limpia y bañarse con total seguridad.
Las bombas para piscinas son el corazón del sistema de filtración. Su función es asegurar la recirculación del agua aspirándola de los skimmers, haciéndola pasar a través del filtro (a menudo un filtro de arena) y luego introduciéndola de nuevo en el tanque por las bocas de salida.
Es fácil deducir cuáles son los principales requisitos que debe tener una bomba de piscina: fiabilidad y capacidad de filtración. Una bomba eficiente y adecuada para su aplicación debe garantizar que todo el volumen de agua pase a través del filtro varias veces durante el día, de modo que en promedio haya un cambio total cada seis horas.
La bomba de filtración para piscinas es, por tanto, un dispositivo que requiere mucha energía, ya que tiene que funcionar de forma continua y mover volúmenes de agua considerables, incluso en las piscinas más pequeñas. Precisamente por ello, la eficiencia energética es otro aspecto esencial que debe tenerse en cuenta, para ahorrar dinero y hacer de la piscina un entorno sostenible y con un impacto ambiental reducido.
La tecnología Mèta desembarca en el mundo de las bombas para piscinas
A partir de la experiencia de la revolucionaria tecnología de Mèta, un sistema de presurización con un alma realmente ecológica, nació la nueva línea de bombas para piscinas I-MPC.
Estas nuevas bombas traen consigo todas las ventajas ambientales de Mèta: ecodiseño, eficiencia energética y control electrónico integrado.
Además, la investigación sobre la optimización del punto de funcionamiento y la regulación ha permitido mejorar aún más la eficiencia energética ya garantizada por las características estructurales de las bombas.
Las bombas I-MPC se adaptan perfectamente a las necesidades del sistema, permitiendo un consumo de energía calibrado, ni superior ni inferior a la salud de nuestra piscina.
El equilibrio óptimo entre eficiencia energética y capacidad de filtración se logra ajustando tanto la velocidad como el caudal.
Es posible elegir entre cuatro curvas de velocidad diferentes, que siempre garantizan un consumo de energía mucho menor que las bombas de piscina tradicionales.
Si, por el contrario, se opta por configurar una de las cuatro curvas de caudal, la bomba autoajusta la velocidad según las necesidades de filtración. De esta manera, nos aseguraremos siempre la calidad del agua necesaria y un rendimiento en línea con las gamas más altas del mercado, pero con un coste competitivo.
También hay que tener en cuenta que el ajuste de la velocidad tiene un efecto positivo en el silencio de la bomba y, por consiguiente, en el confort general de la piscina.